Sigue caminando. Te alejas cada vez más del punto de partida. Tanto que ya no sabrías volver. Así que olvídate de dar media vuelta. Estás en este camino, y sólo hay una dirección.
Sigue caminando. Te adentras cada vez más en las sombras. Las personas que andaban a tu lado se han ido perdiendo. Te dejaron solo entre las espinas.
Sigue caminando. Estás cada vez más olvidado. De vez en cuando te cruzas con alguien. Pero incluso ella, quien te dijo que jamás te abandonaría, vuelve la cara cuando te ve. Te sangran las rodillas. Ella no quiere ayudarte.
Sigue caminando. Estás cada vez más derrotado. Avanzas casi a rastras. Empiezas a parecerte más a un gusano. Quisieras volver a casa... pero es imposible. Los árboles que flanquean el sendero son más y más nudosos... El piso es más y más pantanoso...
Sigue caminando. Estás hasta el cuello de fango. Ya no hay suelo, sólo barro y barro. También anfibios, lagartos y gusanos. Te has perdido, retroceder es imposible. ¿Qué más puedes hacer? Sólo seguir adelante. Algún sitio encontrás.
Sigue caminando. Has llegado a una puerta. Detrás de ella sólo el vacío.
Sigue caminando. Cruzas la puerta. Se cierra.
Ya no caminas. Ya no estás.
Sigue caminando. Te adentras cada vez más en las sombras. Las personas que andaban a tu lado se han ido perdiendo. Te dejaron solo entre las espinas.
Sigue caminando. Estás cada vez más olvidado. De vez en cuando te cruzas con alguien. Pero incluso ella, quien te dijo que jamás te abandonaría, vuelve la cara cuando te ve. Te sangran las rodillas. Ella no quiere ayudarte.
Sigue caminando. Estás cada vez más derrotado. Avanzas casi a rastras. Empiezas a parecerte más a un gusano. Quisieras volver a casa... pero es imposible. Los árboles que flanquean el sendero son más y más nudosos... El piso es más y más pantanoso...
Sigue caminando. Estás hasta el cuello de fango. Ya no hay suelo, sólo barro y barro. También anfibios, lagartos y gusanos. Te has perdido, retroceder es imposible. ¿Qué más puedes hacer? Sólo seguir adelante. Algún sitio encontrás.
Sigue caminando. Has llegado a una puerta. Detrás de ella sólo el vacío.
Sigue caminando. Cruzas la puerta. Se cierra.
Ya no caminas. Ya no estás.
[01.08]
¡Ah! Son textos rescatados, pensaba que desaparecían. Desde la noche de los camiones imaginarios no has vuelto a ser el mismo. Quizá estés abducido. Yo conozco personas abducidas: creen que lo malo es lo bueno. ¿Qué opinas tú de la ética? ¿Debe existir?
ResponderEliminarQué va, claro que no desaparecen. A veces me da por rescatarlos. ¿Por qué no he vuelto a ser el mismo? Yo sí pienso que la ética debe existir. Existen el bien y el mal, hay que marcar una línea clara entre ellos, ¿no?
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