Quiero simbolizar (con lo de "cuesta arriba o cuesta abajo") al destino ya fijado; a la no-libertad o pseudo-liberta a la que estamos condenados los hombres.
Por ejemplo, si dejo de comer, o sobrevivo o muero. Es decir, o no ruedo por la cuesta o me voy cuesta abajo, pero sea lo que sea, sucederá sin mi elección. Por eso, si el coche se queda sin gasolina, dependerá de la pendiente de la carretera que se quede quieto o que se vaya para abajo.
Ahora, si el coche mira hacia arriba, no verá su destino final. En cambio, si se encuentra hacia abajo y se queda sin gasolina, caerá contemplando su terrible fin.
En todo caso, si es así, sigue sin tener voluntad. No puede haber una pendiente que mantenga el coche eternamente en movimiento. Incluso aunque sea cuesta abajo, tarde o temprano la pendiente será lo bastante pequeña como para que se detenga.
Sin gasolina, el coche deja de moverse. Y por supuesto, avanzar no es algo que dependa de él sino del azar (en este caso, la gasolina).
Lástima, me hacía ilusión llegar.
ResponderEliminarMiedo a morir pensando que se han malgastado las pocas energías en tonterías, como decía Michi Panero.
ResponderEliminarTampoco la iba a necesitar, si no llevaba a ningún lado.
ResponderEliminarBesos
Me encanta.
ResponderEliminarSuena a quedarse sin lágrimas.
¿A ningún lado Greezael?
ResponderEliminarMás o menos es algo así F.
MIMOSA, ¿para retroceder, quizás?
MâKtü[b], algo parecido.
Ningún lado sigue siendo mejor que cualquier lugar....
ResponderEliminarSiempre quedan los pies... O ver si el ambiente que le rodea puede proveerle al menos temporalmente de algún medio de subsistencia... Besos!!
ResponderEliminarxD no podemos entrar en esos detalles, no nos cargaremos la poesía...
ResponderEliminarBesos!
Pero, ¿la carretera tenía pendiente? ¿Estaba cuesta arriba o cuesta abajo?
ResponderEliminarNo lo había pensado, BERENICE. ¿Cuál es la diferencia?
ResponderEliminarQuiero simbolizar (con lo de "cuesta arriba o cuesta abajo") al destino ya fijado; a la no-libertad o pseudo-liberta a la que estamos condenados los hombres.
ResponderEliminarPor ejemplo, si dejo de comer, o sobrevivo o muero. Es decir, o no ruedo por la cuesta o me voy cuesta abajo, pero sea lo que sea, sucederá sin mi elección. Por eso, si el coche se queda sin gasolina, dependerá de la pendiente de la carretera que se quede quieto o que se vaya para abajo.
Ahora, si el coche mira hacia arriba, no verá su destino final. En cambio, si se encuentra hacia abajo y se queda sin gasolina, caerá contemplando su terrible fin.
En todo caso, si es así, sigue sin tener voluntad. No puede haber una pendiente que mantenga el coche eternamente en movimiento. Incluso aunque sea cuesta abajo, tarde o temprano la pendiente será lo bastante pequeña como para que se detenga.
ResponderEliminarSin gasolina, el coche deja de moverse. Y por supuesto, avanzar no es algo que dependa de él sino del azar (en este caso, la gasolina).