Yo quería que todo acabara, sí, pero no que fuera tan violento y terrible. Como alguien que no desea seguir viviendo; pero eso no significa que quiera que le estrangulen, que le saquen las tripas o que un camión le atropelle la cabeza.
yo tampoco quería que acabara así... siendo un tremendo recuerdo... un fantasma que me persigue en las noches con la cabeza destrozada, sin tripas y estrangulado...
No podemos elegir cómo será el final, ni siquiera cuando nosotros somos los que decidimos que acabe: una pequeña grieta se amplía y nunca se sabe cuan hondo ni cuan lejos llegará la fractura.
Muy buen relato corto, con una magnífica reflexión. Lo cierto es que dice y expresa -y por tanto inspira- más de lo que realmente aparenta tener. Muy buen blog, con una estética -ya ves, qué superficial- magnífica. Iré pasándome. Gracias por tus comentarios en 480km.
¿Para qué irse? las situaciones cambian, no son eternas.
ResponderEliminarUn abrazo
yo tampoco quería que acabara así... siendo un tremendo recuerdo... un fantasma que me persigue en las noches con la cabeza destrozada, sin tripas y estrangulado...
ResponderEliminarCuando una relación acaba, la sensación que perdura por momentos es como cuando se devora una fruta, luego te queda el sabor del recuerdo.
ResponderEliminarUn beso Javi
Las cosas no siempre son como un quiere o desea y menos aún los finales...
ResponderEliminarAlgunos finales son así, trágicos y punto.
ResponderEliminarLo que se quiere y lo que se vive es a veces distinto.
Saludos Javier, un placer visitarte
No podemos elegir cómo será el final, ni siquiera cuando nosotros somos los que decidimos que acabe: una pequeña grieta se amplía y nunca se sabe cuan hondo ni cuan lejos llegará la fractura.
ResponderEliminarLas cosas no terminan como quisiéramos pero por muy feas que acaben tal vez después entandamos por qué .
ResponderEliminarSaludos
Sin violencia no somos nada!
ResponderEliminarLo demás es mediocre.
Cuando algo acaba lo hace de forma impredecible o predeciblemente mal...
ResponderEliminarMuita gente o fim do mundo no fim da relaçao e assim sim vem tudo numa perspectiva melodramática
ResponderEliminaroh, tão assim.. estar cansado de viver, mas não querer morrer, tão assim como disseste.
ResponderEliminargracias javier por tus comentarios, seguiré leyendo tu blog, que aún me faltan leer algunos cuentos, saludos, ana
ResponderEliminarGracias a ti por leerme.
EliminarA veces el universo amanece de humor volcánico.
ResponderEliminarAy, si pudiéramos elegir. Morir sin sufrir queremos todos (no hoy, ni el viernes, digo algún día). Pero nadie nos pregunta en realidad.
ResponderEliminarQuando há muito sentimento envolvido, é difícil terminar algo de forma bonita. Mas o tempo cura, não repõe a beleza, mas faz-nos seguir em frente.
ResponderEliminarBeijinho e Feliz Natal... ou devo dizer Feliz Navidad y un prospero año nuevo :)
Gracias, obrigado. :)
Eliminaro fim de algo, doí sempre!
ResponderEliminarbeijo
Muy buen relato corto, con una magnífica reflexión. Lo cierto es que dice y expresa -y por tanto inspira- más de lo que realmente aparenta tener. Muy buen blog, con una estética -ya ves, qué superficial- magnífica. Iré pasándome. Gracias por tus comentarios en 480km.
ResponderEliminarG O R E !
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