¿A qué distancia puede olerte un perro? Llevo tiempo haciéndome esta pregunta. Es por los perros de mi vecindario. Sus aullidos. He notado que empiezan cuando yo salgo a fumar al patio.
Me gusta salir por la noche. Preferiría dormir, pero no puedo, así que voy fuera, tomo el aire y me fumo un pitillo. Entonces empiezan a ladrar. Primero el de la casa de al lado, al otro extremo de la tapia; unos aullidos largos, deprimentes, quejicosos. Luego le siguen el paso los demás. Los de la otra calle, los cercados circundantes, las viviendas más alejadas... parece que todo el pueblo está aullando.
¿Pueden olerme? El perro más cercano no está a menos de treinta metros de mí, entre paredes y tejados. Pero siempre empieza a aullar en cuanto yo salgo. Hace poco comencé a preguntarme si sería yo el motivo de sus ladridos. Tal vez mi olor le despierta. Quizá le perturbe. Pero sus aullidos son como de pena, o miedo, o alerta - aún no lo tengo claro -. ¿Significa esto que mi olor no es bueno?
A lo mejor el perro sabe lo que soy. A lo mejor puede oler mi verdadera naturaleza. Incluso tan lejos. ¿Sabe que me estoy pudriendo, sabe que estoy podrido en mi interior? ¿Puede llegarle el olor de toda la suciedad que tengo dentro? ¿Por casualidad aúlla previniéndose a sí mismo de mi necia presencia, o a sus compañeros? ¿O puede que sus ladridos sean en realidad quejidos de compasión, lástima, piedad por mí? Por mi sufrimiento.
Porque el perro canta a la muerte. Ventea mi muerte.
¿Puede ser acertada alguna, cualquiera de estas interpretaciones? Quizá, pero no puedo planteármelo seriamente sin saber a qué distancia podría olerte un perro.
Me gusta salir por la noche. Preferiría dormir, pero no puedo, así que voy fuera, tomo el aire y me fumo un pitillo. Entonces empiezan a ladrar. Primero el de la casa de al lado, al otro extremo de la tapia; unos aullidos largos, deprimentes, quejicosos. Luego le siguen el paso los demás. Los de la otra calle, los cercados circundantes, las viviendas más alejadas... parece que todo el pueblo está aullando.
¿Pueden olerme? El perro más cercano no está a menos de treinta metros de mí, entre paredes y tejados. Pero siempre empieza a aullar en cuanto yo salgo. Hace poco comencé a preguntarme si sería yo el motivo de sus ladridos. Tal vez mi olor le despierta. Quizá le perturbe. Pero sus aullidos son como de pena, o miedo, o alerta - aún no lo tengo claro -. ¿Significa esto que mi olor no es bueno?
A lo mejor el perro sabe lo que soy. A lo mejor puede oler mi verdadera naturaleza. Incluso tan lejos. ¿Sabe que me estoy pudriendo, sabe que estoy podrido en mi interior? ¿Puede llegarle el olor de toda la suciedad que tengo dentro? ¿Por casualidad aúlla previniéndose a sí mismo de mi necia presencia, o a sus compañeros? ¿O puede que sus ladridos sean en realidad quejidos de compasión, lástima, piedad por mí? Por mi sufrimiento.
Porque el perro canta a la muerte. Ventea mi muerte.
¿Puede ser acertada alguna, cualquiera de estas interpretaciones? Quizá, pero no puedo planteármelo seriamente sin saber a qué distancia podría olerte un perro.
O quizás sea simplemente que quiere estar acompañado, y te siente, pero sabe que estás lejos, con lo cual no puedes hacerle carantoñas ni jugar con él... (Mi gato a veces se va a la puerta de mi casa y empieza a maullar cuando mi hermano o yo abrimos la puerta del portal - con nuestra llave, vamos, sin llamar al telefonillo - ¡Y vivo en un séptimo! XD). Besos!!!
ResponderEliminarEs cierto, mi gata también se enteraba antes que nadie de que alguien abría la puerta de la escalera (y vivimos en un primero).
ResponderEliminarEso puede ser, pero cuando un perro ladra porque te está saludando y cuando aúlla a la desgracia (por ejemplo porque alguien está gravemente enfermo) suena de forma muy distinta.