21.6.11

Cactus

Luis levantó la vista del escritorio y se quitó las gafas para frotarse los ojos. Luego fijó la mirada en el cactus que descansaba junto a la mesa, en el alféizar de la ventana. Era bastante alto, de al menos medio metro de estatura. Tenía un tallo muy grueso y de un verde brillante, erizado de espinas amarillas.

Sin pensarlo demasiado extendió el brazo y descargó un puñetazo sobre la planta. La maceta se tambaleó y a punto estuvo de volcarse; después el tronco vibró unos pocos segundos, cada vez más despacio.

Luis fue al baño sujetándose la muñeca. Encendió la luz del espejo y abrió el grifo. Puso debajo la mano y, al abrirla, pudo ver que tenía los nudillos y los dedos atravesados por no menos de cien púas afiladas.

Antes de arrancarse la primera espina se quedó allí varios minutos viendo correr el agua. El líquido caía limpio en su piel y luego llenaba el lavabo, rojo de sangre, hasta desaparecer por el sumidero.

13 comentarios:

  1. Hasta no hace mucho tuve uno.



    Murió.

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  2. Luis era un poco... rarito no? jaja
    La próxima vez que pruebe a darle un puñetazo a una piedra, así además de la sangre podrá disfrutar de la rotura de unos cuantos huesos...
    Me gustó!
    Abrazo!

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  3. Qué mal hombre de Alabama, lo siento.

    La verdad Sucede es que muy normal no era. ;)

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  4. Me cae bien Luis, sabe descargar el dolor por donde corresponde

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  5. Iba a escribir sobre un sueño parecido que tuve (en mi caso se trataba de aguijones de avispas) pero parecería un poco plagio...

    No respondas si no quieres, pero ¿sabes por qué hizo eso Luis?

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  6. Cada uno carga sus frustraciones contra lo que tiene a mano...

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  7. Pero ¿al final se desangró y murió o se sacó todas las espinas y se curó?

    Me gusta :D

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  8. Escríbelo F, prometo no demandarte xD. No lo pensé mucho, es un impulso que creo que existe y pensé qué ocurriría si alguien lo siguiese. ¿Se te ocurrió alguna teoría?

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  9. Dudo que muriese BERENICE, era más recio que eso. ;) Me gusta que te guste.

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  10. Lo primero que se me ocurrió es que estaba estresado por el trabajo y necesitaba descargar tensión.

    Después pensé que los humanos tenemos un instinto que a veces sale a flote y que consiste en lanzarnos de cabeza al peligro o a cualquier cosa que nos haga daño, vete tú a saber por qué pero es así.

    También puede que sencillamente que estuviese enfadado con el cactus por haberle escondido el mando de la tele...

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  11. Pensé más en la segunda opción. No sé por qué tenemos ese instinto. También me pasa con las grandes alturas. Es algo irracional.

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  12. "(...) Me gustaría golpear mi cabeza... Prefiero un dolor físico a un dolor psicológico. Es más fácil de controlar. (...)".

    Hace un par de años, en una mala racha, escribí eso... Supongo que a todos nos pasa un poco igual... Aunque luego hay dos tipos de personas:

    - Los que son capaces de golpear un cactus para convertir ese dolor psicológico en dolor físico.

    - Los que dicen que "(...) soy demasiado racional como para golpear mi cabeza. Soy demasiado racional para hacer nada en absoluto (...)".

    Sinceramente, me encantaría pertenecer al primer tipo... Besos!!!

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  13. Yo también prefiero del dolor del cuerpo al de la mente.

    La pregunta es: si golpeas un cactus, ¿conviertes el dolor mental en físico? ¿O tienes dolor mental más dolor físico? Entonces menudo negocio...

    Besotes.

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