14.4.11

Imprevisto

Estaba tan destruida que apenas sintió lo que estaba pasando. No podía saber dónde estaba pero sí que era un lugar en medio de la nada: un portal alumbrado por un fluorescente lleno de mosquitos y árboles rodeando la caseta... al fondo la llanura.

De repente quiso moverse y sintió que no podía: estaba atada. Unas cintas de cuero la amarraban burdamente a una mesa de madera. Y aunque le era imposible zafarse sí logró incorporarse hasta ver frente a sí el cuerpo fornido de un hombre enmascarado con una mortaja negra. Entonces se preguntó... ¿de dónde salen todas estas moscas? Sí, cómo no... venían a chupar su sangre. Tenía las tripas fuera e iba a morir.

Entonces, ¿por qué el psicópata salió de allí rompiendo la máscara? ¿Por qué le daba puñetazos al volante y maldecía, jurando que todo había salido mal? Estaba descuartizada y enterrada tal y como había previsto, pero... aquella mirada.

Aquella mirada no era la que él buscaba. Era una mirada, se juraba a sí mismo el asesino... de agradecimiento. ¡De agradecimiento!

12 comentarios:

  1. Buen final en verdad. Pensé el lenguaje desfachatado del segundo párrafo estropearía la narración pero no... muy bien :-)

    ResponderEliminar
  2. Brrrrrr. Tripas.

    Ya tenía que estar jodida para agradecerlo.

    ResponderEliminar
  3. Me gustó el final... ;)

    ResponderEliminar
  4. Agradecida por morir... ¿su vida no merecía la pena?

    ResponderEliminar
  5. Me gustó el agradecimiento en la mirada. Espeluznante.

    Un saludo y gracias por comentar en micro relatos.

    ResponderEliminar
  6. ¡Qué bueno!
    El asesino no busca la muerte, sino el espanto de sus víctimas.

    ResponderEliminar
  7. Así que derrota táctica.

    Suele pasar.

    ResponderEliminar
  8. Lo has captado perfecto, Malena.

    ResponderEliminar
  9. Lo de que agradeciera que la matara puedo llegar a comprenderlo... Lo de que agradeciera que la matara torturándola (intuyo una muerte muy lenta y desagradable por lo de las tripas fuera), ya me choca un poquito...

    Eso sí, me hace gracia la desilusión del asesino XD Besos!!!

    ResponderEliminar
  10. La verdad es que me quise centrar en él. Es cierto que lo de ser destripada no tiene que molar, pero si quería suicidarse... y desde luego me gustaba la idea de que el asesino sólo tenga interés en causar sufrimiento, no le gusta matar si su víctima no lamenta morir.

    Besos.

    ResponderEliminar

Háblame.