Siempre nos juramos olvidarnos. Pero sólo queremos destruirnos. Y aunque en principio nos evitamos, terminamos por rendirnos. Sin importar qué nos humillamos, ni qué daño nos hicimos. Ignoramos el dolor pasado y nos unimos, siempre. En esta enfermedad perversa que va a matarnos... sin que nos importe.
Uf...pues sí..destrucció e ignorar,,,
ResponderEliminarOlvidar que (lo que sea que) te destruye, suele pasar.
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