4.1.10

Nunca es nunca

Existen dos expresiones populares muy corrientes que son una gran mentira: "más vale tarde que nunca" y "menos es nada". Esto es de una falsedad terrible, pues muy a menudo "nada" es mucho más que "menos". Y, por supuesto, "nunca" es siempre mejor que "tarde". En esta vida hay ciertos trenes que hay que cojer, y perderlos supone perder para siempre la esperanza de cambiar las cosas. Una vida debe hacerse en el tiempo convenido, el espacio que el destino nos cede para ponerlo todo en orden; si flaqueamos en esa ocasión todo lo venidero será inútil. Me parecen crueles esas iniciativas que sirven para hacer compañía a ancianos solitarios, enseñar a personas maduras y obsoletas lo que de jóvenes no aprendieron, porque se les da la falsa esperanza de que aún hay esperanza. El resultado último es el evidente desengaño como despedida de todo. El que no agarra la compañía a tiempo está solo y solo se queda para todos sus días; el que no tuvo oportunidades ayer no las tendrá mañana. Esa es la única verdad; como respuesta rotunda a las engañosas sentencias del optimisto tenemos lo que dijo Nietzsche: "la esperanza es el peor de los males porque aumenta el dolor de los hombres".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame.