7.3.12

Van a entrar

Tenía que haberme ido cuando pude hacerlo. ¿Por qué pienso en esto ahora? Siempre dicen: "no lo pienses más". Pero lo haces tarde o temprano. "No sirve de nada atormentarse por lo que tenías que haber hecho". Lo hecho hecho está y no tiene solución. No te tortures. Pero te torturas.

Los escuché cuando saltaron la puerta de la verja. Yo ya sabía que vendrían, lo sabía desde hacía mucho. Sabía que ocurriría. Podía haberme marchado entonces. Debería haberme marchado. O, al menos, haberme armado en consecuencia. Después de todo no sabía a dónde ir. Lo mínimo hubiera sido defenderse, ser precavido. Pero no.

Tardaron un poco en acceder al interior de la casa. Yo los veía desde arriba, les escuchaba por las noches. Tenía miedo pero prefería no pensar en ello, como si simplemente fuesen a marcharse. Como si fueran a olvidarse de mí. Sabía que no se arreglaría solo pero no hice nada. Entonces huir ya era difícil, pero no imposible; podía haberlo intentado en un momento de silencio, escurrirme con sigilo. Pero, ¿y si me descubrían? ¿Y si se daban cuenta? ¿Y si no corría tanto como ellos y al final me atrapaban?

Debió ser por eso que me limité a seguir como si nada ocurriera hasta que un buen día - ni siquiera recuerdo la fecha - reventaron la puerta y entraron. Como pude me escondí en el sótano, en lo más profundo al final de las galerías. Ahora no tengo luz, estoy en la oscuridad total. Tampoco tengo armas.

Si hubiera... esas palabras no salen de mi cabeza. Al menos podría tener un fusil en las manos, una pala, un cuchillo, algo. Pero no tengo nada. Y obvio que escapar, en estos momentos, ya que es imposible. Tuve una última oportunidad, cierto: tardaron en dar con la puerta del sótano. Podía haber intentado escabullirme; pero para huir desde aquí tendría que haber atravesado la casa y en la casa están ellos, ¿cómo iba a arriesgarme?

Ahora ya no importan ni los riesgos ni las oportunidades. No las hay. Y ni siquiera pienso en el peligro porque lo seguro no es peligroso: es seguro. Ya encontraron la galería del sótano. No les costó romper la escondida puerta de madera. Con la que me separa de ellos tendrán más problemas: es de hierro. Pero tarde o temprano lo conseguirán. Escuché un martillo durante horas y un siseo que bien podría ser el de un taladro. Van a entrar.

No sirve de nada pensar en lo que se podría haber hecho. Lo hecho hecho está. Pero sin embargo me torturo, no dejo de darle vueltas. Es lo único que puedo hacer en un rincón de la oscuridad mientras oigo los golpes, mientras siento bajo la puerta sus sombras y espero que entren a por mí.

16 comentarios:

  1. Claustrofobia. No hay nada más primigenio que una persecución.

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  2. A veces pensamos que huir no es una respuesta valedera, que no evitamos nada haciéndolo y... bueno todo ese desarrollo mental. Pero soldado que huye sirve para otra guerra.

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    1. Huir puede ser práctico, el problema es que sea difícil.

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  3. Tú último párrafo lo resumen todo, lo hecho, hecho está, no hay vuelta atrás. Pero lo recordamos y nos torturamos con el condicional.

    Saludos!

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  4. Anónimo8/3/12, 3:24

    Es bonito ver tus comentarios en Café con aroma a verso, espero leerte seguido acá y allá (:.

    Ciertamente es todo un reto, pero no imposible, como todo suceso; vivirlo, sufrirlo y superarlo!

    Bonita tarde! (:

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    1. Igualmente, tienes buenos textos.

      Espero verte a menudo por aquí. :)

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  5. No se si habrá sido el apocalipsis zombie o que has tenido el placer de ver a los duendes del polvo, pero sí, viajar al pasado aún no podemos, no nos flagelemos.
    Un saludo.

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    1. xD cierto, últimamente hay zombis hasta en los zombis. Podría ser.

      Saludos.

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  6. Wenas!!! Me ha encantado... me sentí ahí! Saludos Javi :)

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    1. Me alegro que te gustara, y me alegro de verte por aquí. ;)

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  7. Gran cuento donde se experimenta esa sensación de auto-tortura que deviene en la paranoia, de veras gran cuento. Y como ya han dicho, el último párrafo resume todo de manera trascendente.

    Lo hecho hecho está.

    Como decía Aldoux Huxley: Arrepiéntete y sigue adelante; revolcarse en el fango no es la mejor manera de limpiarse.

    Saludos

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  8. A veces el factor determinante no es lo que se ha hecho, sino, precisamente, lo que no se ha hecho...

    El relato muy, muy bueno :-D Besitos!!

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Háblame.