26.12.10

[16]

El dolor da paso a la indiferencia. Del sufrimiento intenso nace la calma densa. Es así en cualquier modo, igual que tras arder el bosque aparece un serenísimo y pacífico desierto.

9 comentarios:

  1. Pero requiere su tiempo. Si, lo requiere, a veces más del que pensamos. Más la calma apacigua cualquier mal, y superar cada dolor y convertir espina en flor, nos hace avanzar un paso más en nuestro interior, que es a quien le debemos cuentas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Te quedó muy poético ese comentario :) Me gusta.

    Besotes.

    ResponderEliminar
  3. Ums, después del incendio no queda el desierto... Queda el desierto si se producen muchos incendios y no se da tiempo a que el suelo se recupere. Muchas veces, sin embargo, un incendio aislado precisamente permite que el suelo recupere ciertos nutrientes.

    Sobre que el dolor da paso a la indiferencia, mucha, mucha razón... Besos!!

    ResponderEliminar
  4. Bueno, hay muchos tipos de incendios, bosques y desiertos... realmente era una simple alegoría xD.

    Besos.

    ResponderEliminar
  5. La putada es cuánto dura ese proceso...

    ResponderEliminar
  6. Y lo que se sufre mientras.

    ResponderEliminar
  7. Igual que ocurre en el océano... y no sería oceáno si, de vez en cuando, no hubiera tormentas marinas, agresivos remolinos, negras olas de treinta metros de alto...

    ResponderEliminar
  8. Exacto, estas cosas son necesarias.

    ResponderEliminar
  9. Hay que conocer el ruido, para así saborear el silencio...

    ResponderEliminar

Háblame.