24.7.11

El ruego

Cada mañana, cada tarde, cada noche el rey se postra en el suelo y se humilla ante Dios: suplica perdón.

Cada día, cada hora, el rey gobierna pero no puede olvidar; espera el momento de inclinarse y rezar para implorar a Dios, suplicar perdón.

Cada momento, cada respiración, cada brizna de aire representa un dolor. Rogando a Dios que muestre su compasión.

Cada mañana, cada tarde, cada noche el rey se postra en el suelo y se humilla ante Dios. Pero Dios no escucha: no encuentra perdón.

12 comentarios:

  1. Me recuerda a...

    http://www.youtube.com/watch?v=s7b3c7xdjo4

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  2. Nunca la había escuchado...

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  3. Es que Dios no está, no existe.

    Besos desde el aire

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  4. "Karma" de kamelot, la mejor cancion para este pequeño texto.

    Te deje un pequeño reconocimiento en mi blog, pasa y checalo :D

    Saludos.

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  5. O no hay Dios o debe ser muy gordo lo que ha hecho el rey.

    Saludos.

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  6. mejor no creer en reyes ni en dioses

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  7. Menos postrarse en el suelo...

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  8. Muchas gracias Denisse. :)

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  9. Dependiendo la época, el Rey se creería la representación de Dios en la tierra, así que no sentiría la necesidad de implorar perdón a Dios, porque Dios estaría actuando a través de él, y sería infalible (como el Papa actualmente, pues igual... En fin...). Besitos!!

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  10. Como bien dices, depende de la época y también del país. Esa valoración se podría aplicar casi exclusivamente a la Europa medieval. Para los celtas, por ejemplo, el rey era sólo el guerrero más valiente. Luego sí, ha habido casos y casos, como el de los persas, para quien el rey directamente era un dios.

    En este caso concreto yo me inspiré en la monarquía del Reino de Israel, mucho más antigua que las europeas. Según la filosofía de los antiguos hebreos, para Dios todos los hombres eran basura; si eras un ser humano para Él eras un despojo, y daba igual que fueras el rey o el que limpiaba las pocilgas. En realidad el rey era un funcionario, el único y verdadero rey era Dios.

    De todas formas este cuento es un bocetillo. La idea y el personaje de este rey me siguen dando vueltas por la cabeza.

    ¡Besotes!

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Háblame.