7.7.10

La cortesía

La cortesía es una mierda. Y no es que lo piense enteramente, es decir: creo en la buena educación. De hecho, creo que soy una persona bastante bien educada y que respeto las reglas de urbanidad, algo que es más bien difícil en esta basura de siglo XXI en la que uno de los caminos para tener éxito pasa por ser un perfecto gilipollas.

Pero la cortesía tiene unos excesos que no me gustan. Tener un trato agradable y humano con las personas que no conoces o que conoces escasamente está muy bien. Siempre ha hecho que las sociedades funcionen y su ausencia es algo que ahora notamos. Antes se respetaba a los vecinos y a los maestros. Hoy en día la falta de cortesía hace que los niños puedan pegar a sus maestros y que los vecinos tengan, a veces, que irse a vivir al campo si quieren tener una vida tranquila - dormir por las noches, por ejemplo -. En ese sentido la cortesía está muy bien.

¿Cuándo empieza a dar asco la cortesía? Cuando te ves obligado a mostrarla con la gente cercana. Porque a veces, te das cuenta de que la gente cercana no tiene un maldito ápice de vergüenza en sus puñeteras cabezas. A veces eres molestado a cara descubierta por personas que por su proximidad te deberían más respeto que el resto: y no hace gracia.

Recuerdo haber tenido deferencia con algunas personas en mi vida, personas a las que he complacido, por ejemplo, asistiendo a un miserable e hipócrita acto social cuando en realidad me apetecía lo mismo que darle un beso en los labios a una serpiente. Pero he ido. ¿Y qué respuesta obtuve? Ser ofendido con la más absoluta desvergüenza en mis propias narices.

Así, una ofensa como una casa con tanto descaro que te darían ganas de escupir. Y aquí es por lo que me parece una mierda esta cortesía: ¿qué puedes hacer? Nada, no te queda más remedio que aguantarte y poner cara de idiota, porque no puedes hacer un buen corte de mangas.

Estoy seguro de que a todos nos ha pasado alguna vez algo parecido. Incluso a los cabrones de los sinvergüenzas. Que Dios les confunda. Espero que algún día me dé igual la cortesía. De momento el respeto ya se lo he perdido.

4 comentarios:

  1. "A veces eres molestado a cara descubierta por personas que por su proximidad te deberían más respeto que el resto: y no hace gracia." En mi pueblo hay un dicho que es "La familia está siempre cumplida", en el sentido de que con la gente cercana no se va con tantos "remilgos" y se la puede tratar "peor", porque hay confianza... Y ya se sabe, la confianza da asco.

    Sobre lo de hacer cosas que no apetecen por "cumplir", en ocasiones viene bien ser un poquito "egoísta"... En mi pueblo hay otro dicho (sí, en mi pueblo hay muchos dichos XD) que es "lo que no conviene, se deja".

    Y sobre lo de cómo reaccionar, si hay que mandar a alguien un poquito lejos, se hace... Pero lo mejor es si se tiene un poquito de diplomacia y se suelta una puñalada certera con una sonrisa y de forma elegante y sutil. Besos!!

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  2. Es cierto que muchas veces los peores desmanes vienen de la familia precisamente porque es la mayor confianza.
    Yo también pienso que si, en ciertas ocasiones, tienes que mandar a alguien al pijo puedes hacerlo, pero en otras es absolutamente imposible. Ahí es cuando viene el coraje que me llevó a escribir la entrada.

    bss¡!

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  3. Querido Javier, a más de uno nos ha pasado eso y es muy incómodo y lamentable que si uno se porta sincero, que no grosero, es tachado de indeseable.
    Una cosa que es muy comun y natural es saludar con un beso a las personas, incluso a los que no se conocen y apenas empezamos a tratar, a mi me cuesta mucho dar un beso si no lo siento. Bien, pues por esa forma de pensar y sentir y actuar en consecuencia (o sea, no besar a quien no quiero) he recibido críticas. Por desgracia hay cosas en las que debemos ceder para ser "bien vistos" en esta hipócrita sociedad. Una calamidad, sin duda.

    Un beso (sentido, sí), Muaaack

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  4. A mí me ocurre lo mismo Tani, no dar la mano a alguien que me repugna o dos besos, en su defecto, crea situaciones incómodas de las que es difícil salir. Sin embargo, cuando realmente una persona me causa rechazo soy incapaz de mostrar afecto.
    De todas formas, como bien dices, en muchas ocasiones y en diferentes casos es absolutamente imposible escapar a las concepciones sociales, porque nos obligaría a elegir entre el bienestar personal y la marginación. Un desastre.

    Muchas gracias :) otro beso sentido para ti!

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