28.5.10

Aunque estés viva

Sé que sigues viva, vivita y coleando. Que aún te paseas, que recorres las calles, las vidas de la gente incluso, a veces, que visitas mi cabeza. Sé que estás tan viva, que aún eres fría, intensa y tierna, me lo cuentan, que aún existes, que aún eres fuerte, que perdura tu presencia. Pero en mi cabeza estás muerta.

Muerta, aunque estés viva, muerta, aunque te recuerde, muerta, aunque te piense. Aunque el blanco de tu piel siga consumiendo la tierra, aunque el suave de tus pies haga estremecer la hierba, aunque el rubio de tu pelo vuelva negra la cerveza. En mi cabeza estás muerta.

Tienes una tumba en mi corazón, sola para ti, para que la habites, con todo mi dolor, todo de golpe. Aunque estés viva, aunque me duelas, aunque te añore, aunque te sueñe, aunque me inspires, sé que estás muerta, muerta en mi cabeza, enterrada muy profundo junto a aquel pedazo de mi alma.

2 comentarios:

  1. Hacía tiempo que te debía una visita... Qué tintes más oscuros tienen estas últimas entradas...

    Ésta en concreto me ha hecho pensar... Cuando te dan un palo de los gordos hay dos opciones... O "matas" a la otra persona (como en tu relato) o te "dejas morir" tú (tratando de no sentir nada). Y, sinceramente, creo que la primera opción es más inteligente... Ojalá hace unos cuantos años se me hubiera ocurrido a mí esa opción...

    En fin, como te dije ya en otra entrada, espero que si es personal, no sea reciente... Si no es personal, mejor... (Aunque para escribir así, lo más posible es que lo sea...). En fin, por si acaso, ánimo! Besos!!

    ResponderEliminar
  2. Creo que sobre lo que dices, la primera opción es deseable y la segunda sencillamente no se puede evitar, o tarde o temprano es así.
    Siempre que una persona importante te falla algo de ti muere por dentro.

    No necesariamente es algo personal, o sí, ¿quién no vive una historia como ésta?

    bsts¡

    ResponderEliminar

Háblame.