Estas manos... ¿son éstas mis manos?
No sé dónde estoy. Sólo hay una puerta junto a mí. Abierta. ¿La he cruzado ya... o la voy a cruzar? ¿Está a mi espalda? ¿O está frente a mí?
Veo mucha luz. Todo es luz. Blanca. No hay nada más. Pero la luz no me gusta. No me causa tranquilidad. Porque no puedo ver qué alumbra. No puedo ver nada salvo mis manos... ¿son mis manos?
Empiezo a vislumbrar. Los ojos tienen que acostumbrarse a la oscuridad pero también a la luz. Y del mismo modo, poco a poco van enfocándose mis pensamientos. Toman forma. Recuerdo.
Ahora apareces tú... ¿eres tú? Sólo veo tu carne, blanca. Veo tus caderas, anchas. Tus piernas, tus brazos...
...tengo miedo. Si me pregunto: ¿te tendré? Si me planteo: ¿me tendrás? Tengo miedo... esa luz. Esa luz, ¿es el futuro? ¿O es el pasado? Si es el pasado... no estás. Eso ya lo sé. Si es el futuro... tampoco estás. ¿Serás mía? ¿Seré tuyo? Te necesito, te necesité, te necesitaré. Que no sea el futuro... que sea el pasado.
...estoy triste. Pero no puedo dejarlo pasar. No puedo dejar pasar este momento de tristeza perfecta. Tan pura, tan intensa, tan real. Tengo que aprovecharlo, tengo que aprovecharlo... ¿pero para qué?
Tristeza. Tan viva. Geométrica. Tan natural. Siento cómo me apago... ¿me querrás?
Nadie me querrá si lloro. Nadie me quiere cuando lloro. Ahora... ¿puedo llorar? Abrázame... necesito caer. Tengo que caer. Abrázame.
Es todo tan puro, tan blanco. Estoy preocupado, caminando al borde de la seguridad. La línea del abismo. Lo que hay bajo mis pies... ¿está? ¿Es?
Te alejas. Te escapas. Creo que te perdí... como un pedazo de papel. Como una pluma que quiero coger, y se me escapa... entre los dedos.
¿Fue así? Si fue así, si te perdí, entonces quiero que la puerta esté atrás. Quiero haberla cruzado ya.
Pero ahora no sé dónde estoy... ¿sin ti? Si es sin ti... por favor, que la puerta quede atrás. Que haya quedado atrás. Y no saber... ¿quién soy?
La boca que habla, ¿es mi boca?
El pecho que late, ¿es mi pecho?
Si no soy... no existiré. Y si no existo, no podré recordarte. No anhelaré tu presencia. No ansiaré poseerte. No sufriré el no tenerte.
Sin ti... no ser.
Y el aliento que anhela, ¿es mi aliento?
La puerta, la luz... sólo yo, mis manos. ¿Dónde estoy? No lo sé...
Pero si es sin ti... si es solo yo sin ti...
Si es sin ti... por favor. Por favor, que la puerta quede atrás.
Que la haya cruzado ya.
No sé dónde estoy. Sólo hay una puerta junto a mí. Abierta. ¿La he cruzado ya... o la voy a cruzar? ¿Está a mi espalda? ¿O está frente a mí?
Veo mucha luz. Todo es luz. Blanca. No hay nada más. Pero la luz no me gusta. No me causa tranquilidad. Porque no puedo ver qué alumbra. No puedo ver nada salvo mis manos... ¿son mis manos?
Empiezo a vislumbrar. Los ojos tienen que acostumbrarse a la oscuridad pero también a la luz. Y del mismo modo, poco a poco van enfocándose mis pensamientos. Toman forma. Recuerdo.
Ahora apareces tú... ¿eres tú? Sólo veo tu carne, blanca. Veo tus caderas, anchas. Tus piernas, tus brazos...
...tengo miedo. Si me pregunto: ¿te tendré? Si me planteo: ¿me tendrás? Tengo miedo... esa luz. Esa luz, ¿es el futuro? ¿O es el pasado? Si es el pasado... no estás. Eso ya lo sé. Si es el futuro... tampoco estás. ¿Serás mía? ¿Seré tuyo? Te necesito, te necesité, te necesitaré. Que no sea el futuro... que sea el pasado.
...estoy triste. Pero no puedo dejarlo pasar. No puedo dejar pasar este momento de tristeza perfecta. Tan pura, tan intensa, tan real. Tengo que aprovecharlo, tengo que aprovecharlo... ¿pero para qué?
Tristeza. Tan viva. Geométrica. Tan natural. Siento cómo me apago... ¿me querrás?
Nadie me querrá si lloro. Nadie me quiere cuando lloro. Ahora... ¿puedo llorar? Abrázame... necesito caer. Tengo que caer. Abrázame.
Es todo tan puro, tan blanco. Estoy preocupado, caminando al borde de la seguridad. La línea del abismo. Lo que hay bajo mis pies... ¿está? ¿Es?
Te alejas. Te escapas. Creo que te perdí... como un pedazo de papel. Como una pluma que quiero coger, y se me escapa... entre los dedos.
¿Fue así? Si fue así, si te perdí, entonces quiero que la puerta esté atrás. Quiero haberla cruzado ya.
Pero ahora no sé dónde estoy... ¿sin ti? Si es sin ti... por favor, que la puerta quede atrás. Que haya quedado atrás. Y no saber... ¿quién soy?
La boca que habla, ¿es mi boca?
El pecho que late, ¿es mi pecho?
Si no soy... no existiré. Y si no existo, no podré recordarte. No anhelaré tu presencia. No ansiaré poseerte. No sufriré el no tenerte.
Sin ti... no ser.
Y el aliento que anhela, ¿es mi aliento?
La puerta, la luz... sólo yo, mis manos. ¿Dónde estoy? No lo sé...
Pero si es sin ti... si es solo yo sin ti...
Si es sin ti... por favor. Por favor, que la puerta quede atrás.
Que la haya cruzado ya.
Buen post ;) la duda, el miedo, siempre metiendo el dedo en la herida.
ResponderEliminarUn saludo!
Me alegro que te guste, gracias :)
ResponderEliminar¡saludos!
WOW!!!!! miedo. Me encanto, mmmm leeré más =D
ResponderEliminar¡Me alegro que te gustase! ;)
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