Silencio. En la mañana. Vigilia. Despertar de repente. Sin un ruido. Sin un nada.
Soledad, y hasta el Twitter se calla. En la calle... silencio. Quedo... por dentro.
Late un corazón. Emite calor... no hay aliento. Corazón de máquina. Ausencia humana.
Un vistazo a la red: inmensidad. Una ciudad infinita de soledad.
¿Por qué buscas a la persona que sabes que no vas a encontrar?
Silencio... silencio. Nada más.
Soledad, y hasta el Twitter se calla. En la calle... silencio. Quedo... por dentro.
Late un corazón. Emite calor... no hay aliento. Corazón de máquina. Ausencia humana.
Un vistazo a la red: inmensidad. Una ciudad infinita de soledad.
¿Por qué buscas a la persona que sabes que no vas a encontrar?
Silencio... silencio. Nada más.
¡Qué triste! No me gusta ese silencio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vaya, siento que no te guste :P
ResponderEliminarAbrazos.
Porque es triste darse por vencido... Porque es complicado encontrar la persona que buscamos, pero a veces, en raras ocasiones, encontramos a alguien aún mejor... O quizás no es mejor, pero sí se acerca a eso que buscamos...
ResponderEliminarEl tema siempre está en no darse por vencido... Besos!!!
Sí, tienes razón... la vida humana está perfectamente representada en el mito de Sísifo. Obcecarse en una empresa aun sabiendo de antemano que el fracaso es el único fin posible.
ResponderEliminar¡besotes!