27.11.10

Dios te oiga

En castellano existen muchas expresiones populares de invocación a Dios, que se utilizan para cosas diferentes y que las personas usan indistintamente, sean creyentes o no. La mayoría de ellas me encantan porque son muy sonoras.

Entre todas ellas hay una que hace tiempo me llama la atención: "Dios te oiga", usada cuando alguien transmite un buen deseo. Va a salir bien la operación. Dios te oiga.

Creo que es común a las tres grandes religiones abrahámicas - en todo caso, seguro al cristianismo - que Dios es omnipresente, omnipotente y omnisciente: esto es, ve, oye y sabe todo.

Desear que "Dios te oiga" es, a nivel puramente teológico, un absurdo, pues está claro que Él te va a oír perfectamente. Ni siquiera haría falta, ya que sabe todo sobre el pasado y el futuro, sobre lo que es y lo que no es, y por lo tanto conoce tu tu anhelo antes incluso de que lo pienses.

A este respecto, es evidente que resulta mucho más acorde a las creencias religiosas otra expresión: "Dios lo quiera". Pues dando por hecho que nos oye perfectamente, sólo cabe esperar que a Dios le apetezca ayudarnos.

Esta expresión de "Dios te oiga", en realidad, dice mucho sobre el pesimismo escrito con fuego en la naturaleza humana. Pues, a diferencia de los demás animales, el ser humano tiene ambiciones y deseos pero también sabe mucho sobre las posibilidades que le aguardan. Esto nos lleva a cultivar, en nuestro interior, el sentimiento irreprochable del fracaso, la idea segura de que todo saldrá mal, de que no hay solución.

De ahí el "Dios te oiga". Incluso para los más creyentes, no es del todo seguro que Dios nos esté escuchando, pues nuestro instinto nos dice que, tal y como todo parece indicar, más bien nos ignora.

3 comentarios:

  1. El Dios que nos han enseñado, desde luego que nos ignora. Tiene que estar harto ya.

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  2. Desde luego, es para estar harto.

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  3. Interesante reflexión, oye... Besitos!

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Háblame.