Echo de menos los 90. No sé cómo lo veréis vosotros, pero creo que el mundo era como un poco más inocente. Y es decir mucho, porque no hacía tanto que acababa de terminar la Guerra Fría con todo el miedo por los misiles atómicos, y aun antes había sido la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, y mucha gente lo recordaba. Pero así y todo, creo que el mundo era más inocente.
De alguna manera, lo era. Yo tengo la teoría personal - quizá equivocada - de que todo era más inocente porque la gran tecnología no había llegado a las masas. La gente no tenía más contacto con la electrónica que el televisor de su casa. Lo que mancilló al mundo, a partir del año 2000, fue la explosión de las comunicaciones, la proliferación de teléfonos móviles, ordenadores, conexión a internet.
Poco a poco la relación entre personas se hizo menos humana, más fría, porque cada vez más te acostumbrabas a no tratar con otra cara sino con una pantalla de ordenador o el teclado de un celular. Aquello fue, principalmente, el auge de Messenger. MSN fue un poco la ruptura, el corte, porque a la llegada de Tuenti y Facebook la sociedad ya era otra, ya había cambiado.
En los 90, España era como un pueblo grande, todos nos reuníamos en el mismo sitio - la tele - conocíamos nuestras costumbres, teníamos unas tradiciones, unos personajes populares. Era un poco como conocernos todos en el barrio. Llegaba la Navidad y sabíamos lo que había, luego en verano exactamente igual, y además las calles eran tranquilas, paseábamos por la noche.
Supongo que gran parte de esa pérdida de la inocencia vino con el crimen organizado, los asaltos a casas, asesinatos, violaciones, tráfico de drogas y tantas cosas que en este país, si las había, no lo sabíamos.
Otro gran golpe fue el 11S, y más concretamente - entre nosotros - el 11M (aunque los 90 ya estaban lejos para entonces). Pero cuando cayeron las Torres nos dimos cuenta de que el mundo había cambiado para siempre, de que se había terminado esa especie de teatro de terciopelo rojo que era el Imperio Americano (el mundo) que a nadie nos gustaba pero en cierto modo nos hacía sentir seguros, protegidos, porque alguien estaba arriba controlándolo todo y vigilando que nada se moviera de su sitio.
A partir de ahí comprendimos - algunos, otros no - que de alguna manera ya en el mundo no mandaba nadie, que cada cual haría lo que le diera la gana, y nada importaba ya. Podía pasar cualquier cosa, habría guerras, atentados, la gente se volvería loca de miedo. Fue cuando empezamos a saber que podían meterte un dedo por cualquier parte para asegurarte de que no llevabas una bomba encima. Eso le quita la fe a cualquiera.
En general, yo pienso en los 90 y pienso en un mundo pequeño, familiar. Pienso en tranquilidad, rutina cotidiana. Cada cosa en su sitio y no mayores problemas.
También es verdad que en los 90 yo era un crío y mi máxima preocupación era decidir si aquella tarde jugaría a la consola o me iría por ahí con la bici.
Ojalá no hubiesen terminado nunca, los 90.
De alguna manera, lo era. Yo tengo la teoría personal - quizá equivocada - de que todo era más inocente porque la gran tecnología no había llegado a las masas. La gente no tenía más contacto con la electrónica que el televisor de su casa. Lo que mancilló al mundo, a partir del año 2000, fue la explosión de las comunicaciones, la proliferación de teléfonos móviles, ordenadores, conexión a internet.
Poco a poco la relación entre personas se hizo menos humana, más fría, porque cada vez más te acostumbrabas a no tratar con otra cara sino con una pantalla de ordenador o el teclado de un celular. Aquello fue, principalmente, el auge de Messenger. MSN fue un poco la ruptura, el corte, porque a la llegada de Tuenti y Facebook la sociedad ya era otra, ya había cambiado.
En los 90, España era como un pueblo grande, todos nos reuníamos en el mismo sitio - la tele - conocíamos nuestras costumbres, teníamos unas tradiciones, unos personajes populares. Era un poco como conocernos todos en el barrio. Llegaba la Navidad y sabíamos lo que había, luego en verano exactamente igual, y además las calles eran tranquilas, paseábamos por la noche.
Supongo que gran parte de esa pérdida de la inocencia vino con el crimen organizado, los asaltos a casas, asesinatos, violaciones, tráfico de drogas y tantas cosas que en este país, si las había, no lo sabíamos.
Otro gran golpe fue el 11S, y más concretamente - entre nosotros - el 11M (aunque los 90 ya estaban lejos para entonces). Pero cuando cayeron las Torres nos dimos cuenta de que el mundo había cambiado para siempre, de que se había terminado esa especie de teatro de terciopelo rojo que era el Imperio Americano (el mundo) que a nadie nos gustaba pero en cierto modo nos hacía sentir seguros, protegidos, porque alguien estaba arriba controlándolo todo y vigilando que nada se moviera de su sitio.
A partir de ahí comprendimos - algunos, otros no - que de alguna manera ya en el mundo no mandaba nadie, que cada cual haría lo que le diera la gana, y nada importaba ya. Podía pasar cualquier cosa, habría guerras, atentados, la gente se volvería loca de miedo. Fue cuando empezamos a saber que podían meterte un dedo por cualquier parte para asegurarte de que no llevabas una bomba encima. Eso le quita la fe a cualquiera.
En general, yo pienso en los 90 y pienso en un mundo pequeño, familiar. Pienso en tranquilidad, rutina cotidiana. Cada cosa en su sitio y no mayores problemas.
También es verdad que en los 90 yo era un crío y mi máxima preocupación era decidir si aquella tarde jugaría a la consola o me iría por ahí con la bici.
Ojalá no hubiesen terminado nunca, los 90.
Cualquier tiempo pasado fue mejor.
ResponderEliminarDigamos que tus 90 fueron mis 80, por eso yo añoro los 80.
Un abrazo
Exacto, y otro echará de menos sus 70... lo que me pregunto es si dentro de 20 años echarán de menos el 2000 de la misma manera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues yo sí me alegro de que pasaran los 90... Los 2000 tampoco es que me estén fascinando, pero... Creo que me quedo con los años que nos quedan por delante... Quizás porque aún no están escritos, quizás porque aunque de primeras parezcan muy oscuros, aún hay posibilidades de que no lo sean... Besos!!!
ResponderEliminarYo no me alegro... por un lado fue mi niñez, por otro también, que el mundo daba un poco menos de asco... (por lo menos en España).
ResponderEliminarSobre el futuro... ¿para qué esperarlo? Más viejos, habiendo perdido más cosas, más cerca de la muerte y, encima, en un mundo que se deshace... No quiero ni pensarlo.
¡Besotes!
Estoy totalmente de acuerdo contigo Javier (el autor del artículo) y fíjate que estaba buscando un artículo donde poder leer de la forma que lo has reflejado estos años tan maravillosos, que no tienen nada que ver con los de la actualidad para nada y de la misma forma te digo que en esta época yo también era una niña porque nací en el 91 (ahora que estamos en 2013 tengo 21 casi 22) y sí que han pasado años desde entonces pero tampoco tantos para que cambie de una forma tan radical la vida!! todo el mundo enganchado a las redes sociales, a los teléfonos con internet, asesinatos de parejas, de hijos, de padres o de matar gente por la calle por matarla...un desastre vamos!! preocupación excesiva por la belleza y cada vez más personas soberbias y presumidas de físico, y también eso de visitar a los familiares y amigos y que vengan a visitarte a tu casa menos todavía y lo digo por experiencia propia. Ayy! cómo echo de menos mi infancia, ir al colegio con mis profesoras a las que tanto quería y no ahora a la universidad que no me gusta, estar con mis abuelos que por desgracia se han ido y ya no están aquí :( jugar con mis amigos en mi barrio en la calle y disfrutar con una diversión tan pura y divertida que en estos tiempos ya no se vive para nada igual....si que es verdad que yo era una niña y no tenía preocupaciones como ahora que soy muy joven pero ya adulta, pero la sociedad era muchísimo más humana y dulce, nada que ver con ahora. Y sí que hay que tirar hacia delante, pero quien diga que estos años son buenos o mejores es tonto de capirote. Te felicito por el buen artículo que has escrito Javier, gracias y un beso!!!
ResponderEliminarMe alegro de que te gustara el artículo, a mí los años 90 también me dan mucha nostalgia.
EliminarGracias por leerme.
Hola Javier, me has respondido a mí en tu último comentario? si es así muchas gracias por ello!! pues sí, la verdad es que es una pena que con lo buena que era esta época ya no vuelvan tiempos así, y encima los tiempos cada vez son peores, es una pena :( Gracias a tí también por haber respondido a mi comentario :)
ResponderEliminarDe nada, gracias a ti por comentar.
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